Son las capacidades de los padres y madres para afrontar de forma flexible y adaptada, de acuerdo con el contexto y las necesidades de los hijos e hijas, el ejercicio de la parentalidad. Engloba los sentimientos, actitudes, conocimientos, habilidades y estrategias necesarias para un desempeño adecuado de las tareas y responsabilidades que requiere la parentalidad.